sábado, 19 de marzo de 2011

Para pasar el poemita de la Sexton, les dejo uno de un ángel: Raymond Carver "Desocupado"

Los que eran mejores que nosostros
vivían cómodamente en casas recién pintadas
con inodoros a botón en todos los baños.
Manejaban autos de modelo y marca
reconocibles.
Los que no tenían trabajo, estaban apenados,
no les iba bien.
Sus autos extraños estaban estacionados
sobre cajones, 'al fondo' de casas polvorientas,
donde se amontonaban infinidad de objetos inútiles.
Los años pasan y todo y todos son reemplazados.
Existe siempre, es lo que dicen, nuevas oportunidades.
Pero, para decir la verdad,
a mí nunca me gustó el trabajo.
Mi objetivo era permanecer desocupado.
Ése era mi mérito.
Me gustaba la idea de sentarme en una silla,
hora tras hora, frente a la casa, sin hacer nada
con un sombrero sobre mi cabeza y tomando una gaseosa.
¿Qué hay de malo en eso?
Fumar, escupir de vez en cuando.
Tallar madera con mi cuchillo.
¿Hay daño o maldad en esto?
En ocasiones salgo con mi perro a perseguir conejos.
Tenés que hacerlo alguna vez.
A veces levanto a un chico gordo y rubio como yo,
disciéndole: "¿de dónde te conozco?".
Nunca digas: "¿Qué querés ser cuando seas grande?"

1 comentario:

  1. coincido con las preguntas que se hace Carver, sobre todo, con la última, con la que no hay que hacer, esa, de preguntarle a un chico, que va a ser cuando sea grande.

    ResponderEliminar